Finem viae
Es difícil caminar tragando el vapor de tanto sinsentido.
Enamorando sin causa la tierra entre los surcos de mis pies,
Insistiendo sobre mí el seguir andando sin rumbo.
Para llegar aunque sea al fin del mundo
Y arroparme con lo que sea que haya luego de él.
Solo espero que los pedazos de mis huesos resistan mi envoltura
Y que mi música de fondo no pierda su compás.
El aire que respiro es el único placer que me queda
Y la fatiga de mis coyunturas amenaza con ponerlo a dormir.
Pero tengo en verbos un latido prestado
Y el sudor es quien me sangra la queja prometida.
Aunque sufra en ningún lado las burlas del horizonte,
Moriré sobre él,
Y la ultima sonrisa será mía.
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